Asador Galan San Pablo De Los Montes

Hemos visitado este restaurante en varias ocasiones y solía ser el mejor de la zona sin lugar a dudas. Los platos eran abundantes (a veces incluso demasiado) y de una calidad excelente en un menú a un precio muy asequible. Sin embargo, las últimas dos veces que fuimos fueron decepcionantes, la calidad ha descendido y la cantidad de comida es escasa, llegando a quedarnos con hambre. Además, han aumentado los precios. Definitivamente no volveremos a menos que haya un cambio.

Menuda clavada... Fuimos otra vez y estuvo genial, pero ayer....cómo se pasaron, aunque todo estaba claro en la cuenta fue exagerado para lo que comimos... No volveremos

La mejor comida casera con el mejor trato a un precio insuperable regado por un vino se vasija estupendo . Lo recomiendo y lo recomendaré siempre para disfrutar de comida típica de la zona y casera

Un día de lluvia, entramos aquí a picar algo para cenar y nos fuimos encantados: nos sirvieron unas croquetas de boletus y de jamón que estaban espectaculares. También nos pedimos un asadillo (pimiento y tomate) que nos supo delicioso. Un lugar sencillo, donde acuden los lugareños a jugar a las cartas y donde nos sentimos muy bien entre las conversaciones mientras el agua caía fuera.

En los bajos de una casa se encuentra esta restaurante en el que esperaba encontrarme unas brasas por ser un asador pero de las que no encontré rastro. Me alarmó que por las ventanas apenas se viera luz y una vez dentro pude comprobar que solo estaban encendidas las que tenian sobre la barra, insuficiente iluminación para todo el local que estaba en penumbra. En la barra se encontraban a primera hora algunos vecinos parroquianos de platicaban con familiaridad mientras el camarero tras la barra servía los cafés. A la espalda de este tenian impresos en folios los precios de los desayunos. El bar es uno de tantos, con su máquina tragaperras, máquina de tabaco, y televisión en la pared, de los que sirven el café con leche en vaso de cristal y el pan con el que hacen las tostadas es de pueblo, crujiente y rico. El local se encontraba también frío, ahorrando electricidad en la luz y la calefacción.