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フィードバックを提供するFuimos un día en el cual no había mucha gente y hacia frío. Nos llamó la atención la poca calefacción del lugar. Comimos con los sacos puestos. La comida es abundante y deliciosa, aunque las pastas las cocinan poco. Cuando los demás se fueron (unos minutos luego de las 23 hs) apagaron la música de fondo y empezaron a acomodar las cosas como si no estuviéramos. Le daré otra oportunidad por la calidad de la comida... espero mejoren el servicio.
He sido invitado a este restaurant por la primera vez. Me han contado de las peripecias que han pasado los dueños por culpa de los robos de los que fueron víctimas. Bueno, ahora esta en manos de gente joven, con ganas de hacer!. El lugar es FANTASTICO, al lado del Río Quequén (parece que de ahí la voz "india" Kem Kem). Estacionamiento muy amplio y gratis. Sala espectacular, con un escenario digno de un buen teatro! (¿ponemos un piano de cola...chiquito?... se pueden hacer maravillas!). El espectáculo que fui a escuchar, magnífico, tango a todo vapor!. Faltas: 1) mucha gente = comidas frías; pero ésto es un "defecto" de un sobre número de comensales que NO estaban esperados; 2) hay que decirle al Intendente que ARREGLE el acceso...las calles para llegar, con lluvia, parecen las de Bosnia Erzegovina. Por el resto, MUY interesante!