Hard Rock Cafe Madrid

Los Hard Rock café, como su propio nombre indica, son una cadena de restaurantes esparcidos por todo el mundo que basan su estética en el mundo de la música rock, decorando sus espacios con objetos, ropas y demás cosas que los propios artistas utilizaron a lo largo de su carrera. Pero este restaurante no destaca sólo por su cuidada decoración. La comida podría clasificarse de típica americana, siendo muy populares los nachos, jalapeños, diferentes hamburguesas, sandwiches, ensaladas, pasta, etc. Todo lo que yo he probado hasta la fecha de hoy y en diferentes ocasiones, me ha parecido deliciso, incluido los postres (especialmente el cheesecake). La bebida, en el caso de los refrescos, te la rellenan. La atención es totalmente personalizada y suelen ser muy amables con el cliente, cosa de agradecer, la verdad. El único inconveniente del Hard Rock es que su fama le ha convertido en un restaurante masificado, donde lo normal es esperar largas colas, incluso de más de dos horas. ¿Merece la pena? Pues sí, el precio es más que asequible, aunque hay que tomarlo con calma. Dentro del Hard Rock también hay una tienda de ropa con camisetas, mochilas, chapas, etc. Algo más caro de lo normal, pero son diseños exclusivos, hay que pagarlo.

Me encanta el Hard Rock Café, pero sobre todo me encanta su comida. Tengo que decir que sus nachos están riquísimos, ya ée que no son unos nachos mex-mex auténticos pero sí que son los mejores nachos tex-mex que he probado, otro de los platos que me entusiasma en su combo de entrantes, tienen que probar los rollitos Santa Fé y cuidado con la salsa picante de las alitas. De los principales, pues sus macarrones con queso y pollo creo que son de lo mejorcito de la carta. Les recomiendo que sean comedidos a la hora de pedir, ya que las raciones son enormes y los platos principales dan fácilmente para compartir entre dos que comen mucho. Mención aparte para sus postres y, en especial, para su apple pie, que sirven caliente con helado de vainilla.

Adoro ir al Hard Rock!! Es uno de los restaurantes donde más a gusto me siento. La comida que me gusta, el atendimiento que me gusta y de fondo la música que me gusta. El tipo de comida que sirven en el Hard Rock es americana, toda riquísima y en grandes cantidades. Los entrantes no tienen nada que envidiar a los platos principales por lo que con un solo plato quedas más que satisfecho, así que yo recomiendo compartirlo todo. Los postres también son exquisitos y de estos recomiendo la copa Brownie y cualquiera de sus Cheesecakes. El precio suele subirse un poco más de lo normal, pero es asequible para cualquier persona... Ronda los 20€ por cabeza. Además de restaurante, este local es museo, ya que está decorado con todo tipo de motivos relacionados con la música, ya sea instrumentos musicales, discos de vinilo, fotos dedicadas o ropas de artistas del mundo del Rock y del Metal. Hard Rock garantiza que todos sus elementos decorativos son 100% originales, conseguidos bien en subastas o de donaciones de los propios artistas. También cuenta con una zona de venta donde poder llevarte un recuerdo de tu visita. Para más información de que te puedes encontrar en esta tienda, visita: '[hidden link] '

La música estaba demasiado alta, y el uniforme de las camareras demasiado corto. A pesar de eso, el trato fue excelente, en todo momento estuvieron muy atentos y el servicio muy rápido, sin demasiada espera entre platos. La comida fantástica, como en todos los Hard Rock. Recomiendo el entrecot, es espectacular; y de postre el brownie no puede faltar. Siempre que visitó una ciudad que tiene restaurantes de la cadena, intento ir, es acierto seguro.

El clásico Hard Rock que encuentras en todo el mundo, lo que quiere decir, buena música, buena comida, buena bebida y un agujero en el bolsillo. El lugar regularmente esta a reventar en fines de semana, así que si planeas ir, tendrás que pasar por ahí temprano. No me toco que estuviera una banda tocando en vivo, pero el lugar es bastante amplio, seguro que se forma buen ambiente.