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フィードバックを提供するNo entiende como este restaurante que lleva toda la vida en Gijón tiene solamente tres estrellas de cinco, hace tiempo que no comida por que viajo mucho por trabajo y ayer como con la familia y se come muy muy bien, el servicio es excelente y muy buen precio, lo recomiendo a toda la gente, por calidad y precio.
Tenía gana de conocerlo porque había oído bien de este establecimiento, pero la experiencia fue mala. El lugar cutre, viejo y sin ambiente. En cuanto la comida pedimos una ensalada marinera que no sabía a nada, era igual que comer agua. Mejillones insípidos, pulpo insípido y además venía aliñada (cosa que personalmente no me gusta). Luego unas costillas que no estaban mal pero sin más, un chimichurri comercial malo (una parrilla buena tiene que tener su propia receta de chimichurri). En fin, no es como para pedir hoja de reclamaciones pero para volver tampoco.
Por encima de todo, parrillada de carne. El pescado n pasa de normalillo. El servicio es correcto, así como la sidra, bien echada. Es un local grande y ofrece alternativas.
Estuvimos comiendo el viernes 12, tanto los entrantes (chipirones y zamburiñas) y los secundarios (chuletón de angus y lubina a la espalda) fabulosos. Sin duda de las mejores carnes que he probado. Repetiremos sin pensarlo, recomendable 100%.
Encargo realizado con antelación de varios días para Cena de Nochebuena para pareja. Debo decir que, dado el día que era, un retraso de 20' en la llegada a domicilio del pedido, no lo podemos criticar. Se pidieron dos entradas, y la de chipirones afogaos lleva una salsa sencillamente deliciosa. Nos encantó. Buen pulpo a la gallega, tanto en sabor como en cantidad de ración, con buenos cachelos. Para dos personas, la parrillada de mariscos incluida es muy abundante, y aseguramos un largo rato de entretenimiento gastronómico comiéndolo todo. Llegó bien caliente y en unos envases de aluminio rectangulares perfectamente sellados para no perder temperatura la comida. Por otra parte, nos sorprendió lo espléndido de la cantidad del arroz con pixín y almejas para dos, porque da perfectamente para tres cubiertos. Almejas de muy buen calibre, que hacen un plato muy recomendable en nuestra opinión. La tarta de queso ni lo piensen, es obligado probarla, y repetiréis. Sencillamente, buenísima. La de la abuela igualmente pedida no empalaga, firme de textura pero suave al paladar. Vale la pena no dejarla pasar. Nuestra experiencia, para la ocasión que fue, es sumamente positiva. Repetiremos.