La Rachola - Cartagena

Elegí este restaurante la última noche antes de regresar a Italia y fue una verdadera sorpresa. Situado en una zona fuera del centro turístico de Cartagena, en un barrio popular casi escondido entre las muchas calles, es de fácil acceso gracias a los navegadores. El restaurante es gestionado completamente por un par de italianos. No conocíamos a la señora, pero el propietario nos dio una cálida bienvenida y nos explicó que preparan todo en casa, desde pizzas hasta pastas y dulces. En resumen, la comida fue espectacular y abundante. Yo ya había elegido sangría, pero también había una excelente opción de vino italiano. El propietario fue muy agradable y charlamos sobre la historia del local. Además, los camareros eran educados y los precios fueron excelentes; por lo que comí, habría pagado más en otros lugares considerando los precios que vi aquí. Te recomiendo visitar Rachola si pasas por Cartagena, ¡te quedarás muy satisfecho!

¡Estupendo servicio, trato familiar y comida de calidad! Los camareros Mohamed y Óscar son un encanto y muy profesionales, y el cocinero Agostino siempre te prepara todo a tu gusto, ¡incluso el pan! De postre, la tarta de queso es mortal. En cuanto a las pastas, los fettuccini a los 3 pestos son muy ricos, pero si pruebas el de calabacín con gambas, te enamorarás de su cocina. Original y delicioso. Un 10. Óscar nos ha atendido de lujo. Recomiendo la ensalada de carne y pasta con pesto que hace Agostino, está muy rica. Para los amantes de las carnes, el entrecot está excelente y la pizza carbonara también, todo a buen precio. El baño limpio y amplio, siempre con papel y jabón, y con acceso en rampa para sillas. Además, cuenta con una estupenda terraza para quienes lo prefieran. Y el café, como buen italiano, ¡de lujo! Un espresso como Dios manda. Importante también, fácil aparcamiento y si pides para llevar, te lo preparan muy bien empaquetado y con bolsas, ¡otro detalle que me gusta!

La comida es deliciosa y el servicio es muy amable y atento. Sin duda, repetiremos.

Un buen lugar con un cocinero italiano que te ofrecerá su mejor menú.

Pros: comida casera, ideas creativas y todo muy bueno. Son rápidos sirviendo y los camareros muy amables. Contras: Estuvimos esperando un rato para que nos dieran la mesa reservada y no preguntaron si dentro o fuera, sino que nos pusieron fuera donde estábamos un poquito apretujados con los demás clientes.